El culebrón del verano

No, no me refiero a una de esas tediosas series de sobremesa que aburren por ser siempre lo mismo... pero casi. Me refiero al caso Cristiano Ronaldo.

Hace dos años, por aquel verano del 2006, se jugaba el Mundial de Alemania. La suerte emparejó a Portugal con Inglaterra, encuentro que enfrentaría a las dos referencias del Manchester United: Cristiano Ronaldo contra Wayne Rooney. En un lance del juego, Rooney propinó una patada desde el suelo a un portugués que bien pudo considerarse agresión. ¿Y quién fue a quejarse airada y energéticamente al árbitro de la actitud de Rooney? Pues su "compañero" de equipo, Cristiano. Al final se salió con la suya y Rooney fue expulsado. Tras las declaraciones posteriores al partido, en las que Rooney se mostró claramente molesto con Ronaldo, el portugués dijo que no quería volver a jugar con el Manchester. Con el tiempo, como todos hemos visto, acabó rectificando y la afición le "perdonó".

Hoy, solo dos años y dos sustanciales mejoras de contrato después, Cristiano Ronaldo la vuelve a liar en Manchester. Todos conocemos ya el flirteo que está manteniendo con el Madrid. Que si es un tren que solo pasa una vez (haciendo suyas palabras de Scolari), que si se siente esclavo (haciendo suyas palabras de Blatter)... cada vez que ha tenido la ocasión ha tirado un dardo envenenado con dirección a Manchester escudándose en declaraciones de terceros. Una actitud immadura y tremendamente injusta hacia el club que le paga.

Mi pregunta es: ¿vale la pena mantener en tu equipo un jugador que, que a pesar de que lo cubras de oro, cada dos años te venga con un cuento diferente para querer dejar el club? ¿Valen la pena los infinitos quebraderos de cabeza que le está generando al Manchester en general y a Ferguson en particular? ¿Vale la pena la sensación de inestabilidad que genera en su club? ¿Vale la pena mantener a cualquier precio una bomba de relojería en el vestuario?

Para mí, la respuesta a todas esas preguntas es un claro y rotundo NO, por mucho que estemos hablando del que hoy se considera mejor jugador del mundo. Si yo dirigiese el Manchester, visto lo visto, no tendría reparos en aceptar esos 85 millones que el Madrid ofrece. En el equipo inglés tienen jugadores que en el futuro pueden hacer olvidar a Cristiano Ronaldo (Nani, Anderson), otros delanteros de primer nivel (Tévez, Rooney) e incluso, en caso de necesidad, podrían fichar un sustituto immediato para Cristiano Ronaldo por apenas una cuarta parte de lo que ingresaran por su venta (¿Quaresma?).

Así pues, dejando el orgullo aparte (que seguro que es un factor que pesa, y mucho, en Manchester) yo tomaría el dinero y me olvidaría ya de preocuparme cada verano de si el jugador estrella del equipo quiere su enésimo aumento de sueldo o va a volver a montar un pollo porque quiere irse. Que lo envíen a Madrid con un lacito, y ya veremos cuanto tiempo tarda en liarla en su nuevo equipo...